18-02-2008

Blu-ray gana la guerra de los formatos

Primero fue el abandono del formato HD-DVD por parte de Warner Bros. (uno de los pocos grandes estudios que lo apoyaban), después vino el anuncio de Wal-mart de que dejaría de vender películas HD-DVD en sus tiendas a partir de Junio de 2008 (lo cual, teniendo en cuenta que es la cadena de supermercados más grande de EE.UU., es casi una sentencia a muerte). Y ahora, como colofón final,Toshiba, el principal impulsor del mismo, podría abandonar el formato. De momento, Toshiba desmiente dichas afirmaciones, pero ante esta serie de eventos, muchos ya dan al HD-DVD por sentenciado.
Finalmente, el formato de Sony, más caro de producir pero con mayor capacidad, parece que será el que se imponga. Ha sido una guerra de formatos corta pero muy polémica, sobre todo porque mucha gente no veía necesarios ninguno de los dos sistemas. Y es que si bien el DVD supuso una revolución: el paso de las incómodas cintas analógicas al disco óptico con vídeo digital; los formatos de alta definición sólo ofrecen más resolución, por lo que no se percibe como un cambio tan importante o necesario.
¿Qué se ven muy bien las películas? Por supuesto. Pero de momento yo, y creo que la mayoría de la gente, no tenemos prisa en dar el salto. Al menos no hasta que las televisiones de gran formato se abaraten, y los reproductores de alta definición estén asentados en el mercado, a un precio asequible. Por ello, ahora que parece claro que habrá un solo formato, puede que este proceso de acelere.
En cuanto al Blu-ray en sí, que queréis que os diga, yo lo prefiero al HD-DVD porque su calidad es ligeramente superior, debido a que su mayor tasa de transferencia permite un bitrate mayor. Además, los discos tienen mayor capacidad por capa y (dicen que) son más resistentes al polvo y rayaduras. ¿Que es una diferencia ridícula? En efecto, pero puestos a elegir entre uno y otro, elijo el que sea superior, aunque la diferencia sea insignificante.
¿Que es un formato mucho más caro de fabricar? Sí, pero eso no importa, ya que el precio final de una película para el consumidor seguirá oscilando alrededor de los 15-30 euros, que es lo percibido como “razonable”. Ya en su momento elegimos las cintas VHS sobre el Betamax o El Video 2000 (por muchas razones, pero el precio fue una de ellas) y hemos cargado con su nefasta calidad durante muchos años.
En cuanto al precio de los discos grabables, que no gravables (chiste malo para el que lo pille)… simplemente bajará a lo largo del tiempo (lo hemos visto con los CDs y con los DVDs). Ahora mismo no se puede decir que exista una gran demanda de discos Blu-ray vírgenes, ya que para la mayoría de usos los 4,3 Gb de un DVD sigue bastando. Por ello, aunque un disco Blu-ray grabable cueste 12 euros, realmente nos da igual, porque no vamos a considerarlo como opción real hasta que cuesten un euro.
De hecho, solo hay que ver las escasas ventas de los DVDs vírgenes de doble capa (en gran parte debido a su elevado precio, claro está) para ver que, al final, adoptamos un formato u otro por su precio, no por su capacidad. Y mientras Blu-ray no sea competitivo respecto a la relación precio-capacidad, seguiremos usando 8 DVDs en lugar de un disco Blu-ray.
Lo mismo se aplica al mercado de la alta definición. La existencia de dos formatos convertía en una decisión arriesgada el decantarse por uno u otro, porque podíamos quedarnos en un par de años con un reproductor inútil y cuatro películas muertas de risa. Sin embargo, ahora que está prácticamente decidido que Blu-ray será el formato para, al menos, los próximos cinco o seis años, podemos lanzarnos a comprar con algo más de seguridad, en el momento en que consideremos que el precio es adecuado a nuestros bolsillos.
En definitiva, que me alegro de que se haya acabado el culebrón de la lucha entre ambos formatos. Aunque ha sido divertido seguir sus lances a lo largo de estos años.

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