14-10-2007

Superman conoce a Quicky

Corría el año 1987 y DC Cómics, creadora de Superman, estaba en horas bajas, así que comenzó a realizar crossovers absurdos, como Superman y Bugs Bunny. Nestlé vio su oportunidad para entrar en el mundo de los cómics, y convenció al creador de la serie de animación de Flash para que hiciera un cómic promocional que se podía conseguir mandando cupones a Nestlé: ¿Quien no querría conseguir éste referente generacional, esta obra maestra, este cómic del que quedarse prendado nada más ver la portada?
se le notaba a Superman con ganas de comerse el mundo, de conocer a grandes personalidades: Conoció a presidentes varios, a Batman, a Wonder Woman, a Flash, a Hulk, a bugs bunny…pero siempre tuvo la espinita clavada. Conocer al conejo de Nesquik, el ídolo de su infancia (¿y de la de quién no?). Siempre le fascinaron sus orejas gigantes, la Q colgando de su cuello, tan psicotrópico él, producto de un encargado de marketing sin escrúpulos.
Pero nunca tuvieron la oportunidad de conocerse. Para ello hacía falta un malvado en condiciones que les uniera a los dos. Uno de esos de verdad. Un villano con ansias de comerse el mundo, con poderes nunca antes vistos. Un villano temible, un villano como…¿Cola cao? Peor aun...

“¿Superman? ¡Mi varita mágica del tiempo y yo le enseñaremos quien manda aquí!”

…como ésto. Sí, como ésta especie de tipo raro con antifaz verde extrañamente pegado a la cara. Se ve que no les quedaba nada mejor en la trastienda de DC más allá de un clon de Tormenta (de los X-men) pero es malo y con traje verde marcando paquete (probablemente birlado de la peor etapa de Flecha verde). Y si encima se me pone en esa pose tan antinatural y descontextualizable de la segunda viñeta, que parece que va a bailar el limbo en cualquier momento a poco más que se agache…que no, que no se le puede tomar en serio.
Bueno, uno piensa que quizá lo que diga sea altamente interesante. ¡¡Al fin y al cabo es un cómic de Superman y el conejo de Nesquik!! Sus diálogos son tan épicos como…“¡¡Ha ha ha!! ¡Soy brillante! ¡¡Ahora hay tormenta en la ciudad!! ¡¡Hahaha!! ¿Pero no esperarías algo así de alguien llamado EL MAGO DEL TIEMPO? ¡¡Hahaha!!”. Su maldad no conoce límites. ¡¡Una tormenta!! ¡¡Increíble!! ¡¡Hahaha!! ¡¡La humanidad tiembla ante la posibilidad de, uh, mojarse!! ¡¡Hahaha!! ¡¡Un ataque inesperadísimo en un tipo llamado “El mago del tiempo”!! ¿Quien podría pensar que puede modificar el tiempo? …¡¡Hahaha!!
Pero sigamos adelante. El caso es que el mago del tiempo -o sea, este tipo vestido de duende irlandés chungo- crea un huracán. Cerca de él, por suerte y sin razón aparente, se encuentran Quicky y sus inteligentísimos amigos, un grupo de niños multiculturales que parecen raptados de sus casas por el conejo, montados en su nave, una especie de globo rojo gigantesco. Y tienen la solución para cuando nos encontremos con un huracán. ¡¡Gracias, Nesquik!!

Dejando aparte el diseño antinatural del globo rojo horripilante, el hecho de que todos se fíen de alguien que ha leído algo en un libro de ciencias por casualidad y el diseño del tornado ¡Un salto y adentro, sin pensarlo dos veces! ¡¡Tantos años de investigación sobre huracanes cuando los niños acompañados del conejo lo resuelven en nada! ¡¡Al ojo de un huracán se entra SALTANDO con una nave que parece sacada de disneylandia!! ¡Viva! ¡Bravo!
Pero la aventura no acaba ahí. Lo mejor de ésta obra maestra es que en medio de la aventura te ponen actividades para completar, por eso de no sentirte tan estafado: Laberintos, busca las siete diferencias o una especie de sopa de letras en la que marcar las letras Q para sacar una imagen. Y lo peor es que lo integran en la trama. Nuff said!
“Buscaré todo lo que sabemos del mago en nuestro ordenador y…¡¡oh, diablos!! ¡maldito windows!!”
¡¡Yo he encontrado la palabra “QQQQQQ”!! Ahora, ¿realmente hace falta marcar las Q? ¿Alguien no ve a simple vista que lo que se esconde detrás de las Q es un monigote? Y, sobre todo, ¿qué clase de ordenador tienen los niños éstos? ¡Qué poca infraestructura! Pones unos datos y de repente aparecen un montón de Qs, de Eses, Jotas y letras en general. Y la niña, que debe ser la misma petarda que lee libros de ciencias, en vez de buscar el error de página, empieza a buscar códigos ocultos.
Atentos a la inteligentísima y sutil maniobra comercial: “¡¡TU le has encontrado!! ¡Buen trabajo! ¡Ahora un último sorbo de Nesquik antes de entrar en acción! ¡¡SLLURP!!”. Ni en Los Serrano, en sus mejores etapas de publicidad encubierta, lo hubieran conseguido. No nos hemos dado ni cuenta de lo que nos querían anunciar. El conejo de Nesquik…bebiendo Nesquik…hablando de que bebe Nesquik…¿el nuevo Modelo? Mmh…
Mención especial a los niños. La rubia repelente que lee libros de ciencias, sabe manejar ordenadores, y parece estar enamorada del conejo (“¡¡Por favor, sé cuidadoso, conejo!!”), el niño latino que está al lado deseando ser liberado y que está a punto de pegar una patada a Quicky como no baje de una vez, la niña africana que está planeando el asesinato del conejo por experimentar con ella y ponerle los brazos blancos a lo Michael Jackson, y el japonés que no se entera de que ha sido secuestrado y sólo quiere sacar fotos. El grupo invencible.
Pero ya llega el momento. El definitivo. Superman y Quicky se juntarán al fin. Todos los fans llevamos AÑOS esperando éste momento.
“¡¡Es él!!”, exclama Superman sorprendido, “¡¡El conejo de Nesquik está distrayendo al mago y así parará el tornado!!”. Wow. Probablemente es el plan peor trazado de la historia. Más que nada porque el conejo no le pega, no le molesta. Sólo da vueltas alrededor de él y pone caras (lo que confirma al Mago del Tiempo como el peor villano de la historia). ¿No le puedes lanzar rayos? ¿No puedes ATRAVESAR al conejo con un rayo? Pues por lo visto no. El plan funciona a la perfección, que para algo Nestlé paga los cuartos en este cómic.
Mientras, el mago del tiempo está confuso. MUY confuso. “Se mueve tan rápido…¡¡parece como si hubiera CIENTOS de conejos!! ¿Cuál es realmente él?”…a ver…déjame contar…uno…dos…tres…cuatro…cinco. Cinco conejos. De cinco a cien hay noventaycinco conejos. El Mago del tiempo se perdió episodios claves de Plaza Sésamo. Viendo a Quicky correr, uno piensa que ésto debería haber sido una carrera entre Flash y Quicky. Flash correrá más, quien sabe…¡¡¡pero Quicky hace BURLA al sistema establecido!! Tú sí que sabes, conejito. La llevas. Superman es una basofia a tu lado.
Bueno, han medio matado al malo, que se va a Egipto sin razón aparente. Superman, que ya está aburrido de los niños, se despide. Por favor, no me sigais y todo eso. Por favor. Es comprensible, nosotros a estas alturas también les odiamos.
"No me llames, yo te llamo"
Sí, Quicky. Siento quitarte la ilusión, pero os lo ha dicho el Supes. Os ha dicho adios. A nadie le hace gracia tener a un conejo y a sus amigos secuestrados persiguiéndole. Varias cosas que comentar: Atención a los niños, que de pronto están felices y contentos: La niña negra ha recuperado sus extremidades negras y el asiático, cuyo nombre de esclavo de Nestlè es Ron, ha aprendido a hablar inglés. Para lo que dice, se podía haber callado. “¿Y ahora qué, Q.B?”. Si hay algo más patético que llamar a alguien por su abreviatura, es llamarselo a un conejo. Pero es que encima sigue queriendo tener carisma a la desesperada, con frases como “¡Neat-O! ¡Vámonos!”. No, conejo. No tienes carisma. Lo siento. Tiene más carisma la niña rubia sabihonda o la niña africana que nos anuncia que “Egipto está lejos, como bien sabes”, una afirmación para la que hace falta un doctorado en Harvard. En fin. Boop. Y de pronto…
Espera. ¿Me estás diciendo que TODO ESTE TIEMPO podías transformar tu cochina porqueria de globo añejo en un avión con la última tecnología, gigantesco y rápido? ¿Y preferíais andar en un globo robado a disneylandia? De verdad, chicos, la sobredosis de Nesquik es muy, muy, muy mala. Por cierto, no os molesteis en unir los puntos. Es un avión que parece una aspiradora, sin más. Más adelante podemos verlo, cuando Superman lucha contra un enemigo tremendo…
Suspendamos la incredulidad y pensemos que Supermán no puede ganar a una momia. A una simple momia que nadie sabe de dónde ha salido. Superman, que ha luchado contra los seres más fuertes de la galaxia, lo pasa mal frente una momia que no tiene ni kriptonita ni nada. Y necesita la ayuda del conejo de Nesquik, claro está. Es que sin él no se podría llegar a la inteligente conclusión de que la única manera de matar a una momia es…

“¡¡Y no hay nadie dentro,ale hop!!”
…Desenrrollar a la momia cual rollo de Elite. Tremendo. Impresionante. Maestro. Ya para empezar, preguntarse qué hace una momia en mitad del Polo Norte (porque por mucho que me digan que eso es Egipto, no convence) da qué pensar. Pero bueno, nada de lo que habéis visto puede compararse con el clímax de ésta obra magna de los cómics. Y es que Quicky, el Supes y sus amiguitos, de Egipto, en LANCHA, llegan a…

“¡Nos ha costado, pero hemos llegado a la Gran Muralla China! Eh, y ahí está Supermán”
Sí señor. Al Mago del tiempo se le ha ocurrido ir hasta China. ¿Quién quiere matar al presidente de los EEUU con un rayo o algo así pudiendo destruir La Gran Muralla China? ¡Nadie! Y encima Superman, entre tanto, pegándole a unas piedrecitas. ¿Qué demonios le ha ocurrido? ¿Le han quitado su superfuerza, su supersoplido, su superinteligencia, su supertodo? ¿Acaso lucha contra kriptonita? Mientras Superman sigue luchando contra unos guijarros, Quicky, que sacaba sobresaliente en plástica en el colegio de conejos, tiene una idea brillante.
“¡¡Ahora lo comprendo!! No es el conejo de Nesquik…¡¡es un decorado!!”
Atención. Superman lucha contra las, er, piedras, y se da cuenta de que, encima de la muralla está el conejo de Nesquik. Al instante se da cuenta de que es un decorado (que nadie pregunte cómo se ha construido. Si aceptas que Quicky viaja en un avión con cinco niños, aceptas que pueda construir un decorado de sí mismo en diez segundos). Pero el Mago del Tiempo no se da cuenta tan rápido como Superman (y ésta es otra razón por la que nunca pasará a la historia de los malvados). Y llegamos a las últimas dos viñetas. Impresionantes.
“¡Esto es una manualidad Art Attack!”
¡¿qué demonios está bebiendo Quicky?! ¿Desde cuando el Nesquik tiene burbujas? ¡¡Eso no es Nesquik!! Ahora se comprende por qué siempre lleva esa sonrisa encima y siempre anda vasito en mano. Pero no parece el único con cuatro copas de más, y no me refiero al guionista del cómic. El propio y poderoso Mago del Tiempo también hace cosas incomprensibles. Es decir... Cuando un rayo te da de lleno, puedes maldecir,llorar, quejarte o rezar a la Virgencita María. Pero lo último que se te ocurre decir es “¡No! El reflejo de la luz ha rebotado en el conejo y me ha dado a mí!”. Lo estamos viendo. Eres idiota, pero encima no hace falta que nos lo expliques. Y menos adornado con un sonoro “Howwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwch”. ¿Qué clase de frase final de villano es Howwwch? Yo lo diré. La frase del villano más patético de todos los tiempos.
La verdad, no creo que este comic sea para tomarselo a broma. Por lo menos, a mi no me hace ninguna gracia. Si ese mago maligno provoca malignamente una tormenta maligna, la lluvia (maligna, también), impediría que tomaramos nuestro nesquik en plena calle. Ya no podremos sacar el vaso, el cartón de leche y el tarro de nesquik a la calle, como siempre hemos hecho, porque a la hora de echar el nesquik en el vaso, se mezclaría con el agua de la lluvia que cae sobre él, antes de que nos diera tiempo a echar la leche.Dios mio! Quiki! Impide a ese mago maligno que haga esas cosas malignas, o no podremos disfrutar nunca más del nutritivo y delicioso sabor del Nesquik.!

1 comentario:

Yuki dijo...

OH POR DIOS!!!, ERES EL BLOG QUE NECESITABA. pasate...queremos crear una nueva vision de Superman...y yo se que vos tenés la clave!