04-02-2008

Critica de Superman Returns


Se acerca la segunda parte, y aqui esta mi critica a esta pelicula.

La historia ya la sabemos a estas alturas. Después de una ausencia de cinco años en los que anduvo buscando su herencia en los restos de Kryptón, Superman toma la micro de vuelta a la Tierra y encuentra todo cambiado.
El momento más feliz para Superman/Clark Kent en toda la película es cuando descubre que Lois Lane, su antiguo amor del que ha estado alejado los últimos cinco años, ha ganado el Pulitzer, el premio máximo del periodismo, sueño y motivación de Lois desde la primera película.
El momento más triste es veinte segundos después. Cuando descubre que le han otorgado el premio por un editorial titulado "Por qué el mundo no necesita a Superman".
Lo aún más triste del caso es que, efectivamente, muchos pueden pensar que el mundo real no necesita un superhombre. ¿Por qué digo esto? Porque los problemas del mundo real no se resuelven con superfuerza, o visión de calor, o de rayos X. La desigualdad, la discriminación, la intolerancia, el hambre y la pobreza son problemas muy superiores a un superhombre. O a un ejército de superhombres. La fuerza y/o la violencia física no los podrán resolver.
Alex Ross con Paul Dini lo retratan claramente en el magnífico libro Superman: Peace on Earth, en el cual Superman intenta, con apoyo de las Naciones Unidas, erradicar el hambre de la faz de la tierra, fracasando estrepitosamente.
¿Qué tiene todo esto que ver con Superman Returns? Mucho. El debate central de la primera mitad de la película es exactamente ese: ¿necesita el mundo a Superman? Hasta Lois Lane pasó de él… ahora tiene un novio… y un hijo. Clark está de vuelta, y es bien recibido, pero Superman aparentemente no será igual de bien recibido. Y Clark ya está convencido. Si el mundo no necesita a Superman… podrá ser Clark Kent, no tener que ocultarse tanto, tratar de calzar…
Hasta que ocurre lo que tiene que ocurrir. Una catástrofe. Un accidente monstruoso. De esos que solamente Superman puede evitar. De esos que dejarán cientos de muertos y una huella imborrable en la retina colectiva de la humanidad. Un accidente de ficción, pero pese a ello menos impactante que algunos actos terroristas recientes. El llamado a la acción es instantáneo. Vuelan los lentes, la camisa y la corbata. Aparece la S característica, y de fondo resuena la fanfarria. Cuando todo parecía perdido, y Lois Lane ya estaba lista para morir (junto con otro centenar de anónimos periodistas), el gran hombre del pijama azul aparece a velocidad supersónica para salvar el día. Con fuerza y gracia.
Y en ese caso la fuerza física, la supervelocidad, la visión de calor, el aliento de de frío y la vista de rayos X parecen de gran utilidad. Y ahí uno, inocente espectador, vuelve a creer que este planeta sería un mejor lugar si hubiera un tipo dispuesto a salvar gente vestido con un pijama azul y una capa roja. Y encima, aún más inocente, cree que Brandon Routh, el hasta hace poco desconocido actor que toma el papel de Clak Kent/Superman, efectivamente ES Superman.
Un Superman nuevo. Más emocional que los anteriores. Con un desafío mucho mayor que cualquier super villano o enemigo previo. Salvador del mundo a la vez que paria. El último huérfano, a la vez que quien todos quieren ser. Perdido por años, de regreso, a un mundo que supuestamente no lo necesita… pero que en estricto rigor lo necesita más que nunca. No por la superfuerza, ni por la invulnerabilidad. Sino por el ejemplo. Porque el mundo actual necesita creer que un hombre puede volar. Que un hombre puede hacer la diferencia. Que podemos mejorar.
Pero más allá de la acción, algo me conmovió. Me dolió ver que nadie, absolutamente nadie pesca a Clark, excepto su amigo Jimmy (notable Sam Huntington), que es igual de perno. Es un tipo de perno distinto a Spider-Man. Clark no tiene respiro, no tiene pausas en su soledad. Y le duele. Y eso se nota. Claro, el tipo es chistoso, lerdo, ejemplo de comedia slapstick, pero debajo de la pintura de payaso, el hombre llora.
E incluso cuando está de Superman, se nota la tristeza, la diferencia, la soledad. Brandon Routh viste con honor las mallas azuladas, pero no puedo evitar pensar en que su Superman luce más en la tristeza que en la alegría. Después de todo, eso es Superman. Un tipo extraordinario que solo quiere hacer lo correcto por la gente que ama, pero eso mismo lo pone lejos de ellos. Es un héroe trágico. Uno que nos inspira porque, a pesar de todo, sigue luchando por la justicia. Aunque eso le cueste todo.
Superman es en esta película más extraterrestre que nunca, a pesar de que el hilo central de la trama es su historia de amor con Lois Lane. Quizá este alejamiento del protagonista sea lo que haya hecho que cada uno vea en él lo que quiera, y no falta quien ha interpretado a Superman como una alegoría a la figura de Jesucristo, un honor al orgullo gay o a Elvis, ya puestos.
Pero tiene que aparecer Luthor. El malomas malefico, sin el no hay pelicula de Supers.Tras encontrar la Fortaleza de la Soledad, el apartamento que Superman tenía en el Polo, Luthor se hace con los conocimientos que Kar-el, el padre de Jor-el (Superman), le había transmitido a su hijo, así que uno podría sospechar que se va a armar la de San Quintín.¿Podrá Superman contra la nueva amenaza que sobrevuela sobre los Estados Unidos, digo sobre el Mundo?Esto ... dejadme pensar ... pues yo creo que si.
Criticas.Criticas ya.Para empezar, ¿qué pretende Lex Lutor asociándose con esa panda de incompetentes? Además, que se haga concejal de urbanismo para ganar dinero, que ahí Superman no mete mano.Ahora bien, que Lois se agite en un avión golpeándose contra todo y salga sin un rasguño no me lo creo. Es simplemente, absurdo.¿Y qué me dices de la capa de Superman? Tiene vida propia. Si baja, la capa sigue firme ondulándose. ¿Que está en el espacio? Pues se ondula como una bandera (aunque no haya atmósfera). Me parece bien la ciencia ficción, pero con algo de realidad.
¿Y el final? Ah si, el final.
Luthor deja a uno de sus secuaces vigilando a Lois y a su hijo, pero cuando ella trata de enviar un fax para pedir ayuda, este la agrede, pero muere cuando Jason le lanza un piano para tratar de ayudar a su madre y se revela que efectivamente, es hijo de Superman. Luthor lanza un misil que combina uno de los cristales con la Kryptonita. el Fax llega al diario y Superman y Richard salen al rescate, luego de que Luthor y sus secuaces huyen en un helicóptero, dejando a Lois y a Jason a merced de la tierra que saldrá a flote. Richard llega a ayudarlos, pero quedan atrapados en el barco.
La Tierra que emerge causa un terremoto que afecta a Metropolis y cuyos efectos son mitigados por Superman. Tras rescatar a Lois, Richard y Jason, Superman les ayuda a irse en el hidroavión y se dirige a la enorme masa de tierra que ha salido del océano. Se enfrenta a Luthor, pero al ser una isla compuesta de Kryptonita, el Hombre de Acero queda debilitado y es golpeado salvajemente por los criminales, hasta que Luthor le apuñala con un trozo de Kryptonita por la espalda y Superman cae al mar.
Lois y Richard regresan y rescatan a Superman, quien al recuperarse, vuela sobre las nubes para recargar su poder con el sol y va hacia los cimientos de la isla para levantaría antes de que siga creciendo. Al levantarla, una gigantesca roca cae sobre los secuaces de Luthor, mientras que este huye en un helicóptero junto a Kitty, quien deja los cristales el el islote. Debilitándose por la Kryptonita, Superman lo saca de la órbita terrestre, pero debilitado y herido, pierde la conciencia y cae en un parque de la ciudad. Es llevado al hospital donde queda en estado de Coma.
Luthor y Kitty se quedan sin combustible y atrapados en un islote en medio del océano. Lois visita a Superman en el Hospital y le revela que Jason es su hijo. Al recuperarse, el Hombre de Acero, va a la casa de Lois a ver a su hijo y a visitar a Lois, de quien se despide con la frase "Siempre estaré cerca".
¿Tengo que ponerle una nota a esto?

5.6

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