07-02-2008

La locura de Hurley

Todos sabemos que Lost trasciende lo puramente superficial para esconder en cada toma, en cada rincón de la isla, en cada personaje y en cada palabra algo que va mucho más allá de nuestra imaginación, y ello requiere un estudio más profundo.

"Soy chileno, gordo, juego basket y estoy chalado.¿Que mas se puede pedir?"
En uno de los avances del día 31 de Enero, de la cadena abc, se podía leer: “Today, the wait is over”. Irremediablemente reparé en recordar cuando aquél posterior día al día del estreno del season finale de la tercera temporada cuando pude en mi casa disfrutar de aquél memorable episodio, pero sobre todo me detuv en recordar la inmensa tristeza que el final me sugería y aún más lo que tenía, en tiempo, por delante, que esperar para ver cómo la historia continuaba.
En efecto, ese “the wait is over” me relajaba y a la vez me llenaba de ansiedad ya que pocas horas faltaban para el estreno, y un tramo más para poder disfrutarlo en mi pc.
Debo confesar, ahora ya habiendo disfrutado del 4×01, que la espera no fue nada en vano; quizás sea autocomplacencia pero debo reconocer que nos encontramos frente a una joyita de Lost. Lo que quiero decir es que fue muy buen capítulo…
Pero ahora entrando más de lleno en esto que fue así llamado The beginning of the end, que, dicho sea de paso, para sorpresa de todos, o al menos mía, coincide no casualmente con una de las últimas palabras y advertencias que Ben dice atado al árbol en Trough de looking glass, debemos, o es al menos mi intención, detenernos en este problema psiquiátrico, o enfermedad, o locura, que invaden al peculiar Hurley.
Y es que, evidentemente, creo que es necesario resignificar todas las “apariciones” de la supuesta enfermedad de Hugo a raíz de las reveladoras palabras en la cancha de básquet. Sobre todo con “aquello va a hacer todo lo posible para que volvamos” (palabras más, palabras menos). Ya que, de esta manera, intensas y “supuestas” apariciones en la “supuesta” mente de Hurley pueden ser más bien intentos de aquello (a rápida interpretación: la Isla) para que los six de Oceanic (más agregados que no estaban en el 815) vuelvan.
Comenzando por la primera aparición, que va a ser la de Charlie en la sala de interrogatorio dejando la del mercado para el encuentro en el psiquiátrico, vemos un Charlie en diversos modos:
1- Vivo, ya que está nadando.
2- Con la inscripción en su mano “They needs you”, haciéndose costumbre escribirse la mano para dejarle mensajes a los demás a través de vidrios, y dejándole órdenes concretas, al menos para Hurley.
3- Rompiendo el vidrio, dejando entrar el agua del océano y desesperando al pobre de Hurley.
El punto final, el 3, lleva irremediablemente a Hurley preferir pasar su tiempo de prisión en un neuro psiquiátrico lo que le hace dar cuenta, en efecto, que esta loco.
El segundo momento que quiero destacar, aunque no me animo a llamarlo por completo “aparición” es la extraña por demás visita del “abogado” de Oceanic, que, inocentemente, viene a ofrecerle a Hugo “mejoras” queriéndolo trasladar a una clínica con más confort y lujo. Este enigmático personaje, a la luz de aquello que quiere que vuelvan, lo entiendo como uno de esos intentos que hacen a Hurley deducir tan retorcida y complicada conclusión de su futuro cercano. En efecto, sería un nuevo intento que la Isla tiene para hacerlo regresar. Hugo se aviva a tiempo y le exige al supuesto abogado una tarjeta de visita y este hombre no tiene mejor excusa que decir que “se las olvidó en casa”. Ante la desesperación del interno acuden los enfermeros en su ayuda y mirando a donde supuestamente estaría este hombre la puerta se cerraba sin claridad de los hechos. Queremos creer a buena fe que los enfermeros pudieron verlo… de hecho es una de las enfermeras quien le señala a Hugo su visita.
No es de menor importancia, igualmente, la pregunta final del señor en representación de la aerolínea: “¿Ellos aún están vivos?”, pregunta que, por cierto, termina de desesperar a nuestro querido personaje.
La tercera, y ahora si, aparición de Hugo es la “segunda cabaña” de Christian Shepard, o Jacob, o quien fuere hasta ahora. Cuando por primera vez Hugo se encuentra con dicha casa ve luz y gente en su interior, lo que para su gran sorpresa es algo totalmente nuevo y quizás, en otro contexto, hasta revelador. Pero el contexto que bordea a Hugo en esos momentos no es para nada grato ni, para él mismo, confiable, ya que cuando se encuentra con la “segunda” casa es él mismo quién repara en que no existe. Haciendo fuerza con su cerebro y repitiendo incansablemente: “No hay nada aquí”, consigue hacer desaparecer esa visión de la cabaña pero acarreando un problema mayor: y es que, en efecto, haberse topado con esta segunda casa y sucesivamente haberla hecho desaparecer lo auto-convencieron de que la primer cabaña de Jacob jamás existió tampoco… de hecho, no le cuenta nada a Locke sobre ese episodio recientemente vivido, ni siquiera cuando le pregunta por qué gritaba así en el medio de la selva.
Esperemos que este incidental encuentro se repita y se continúe en el futuro, ya que es por demás interesante las posibles relaciones que puedan existir entre Hurley y Jacob.
Y ahora si, música de suspenso, es el momento del gran reencuentro después de la muerte, o al menos para uno de ellos. Estoy hablando nada más ni nada menos que de la casi mágica aparición, en la serie, de Charlie después de su muerte.
Sea para acallar a las mazas fanáticas que clamaban por la no-muerte de este majestuoso personaje, o sea realmente porque era él quien debía aparecer en ese momento concreto, lo cierto verdaderamente es que apareció luego de tanta espera y que a muchos fanáticos, o al menos a mí, nos ha tranquilizado y hasta alegrado el momento.
Pero en cualquier caso posible, nos llama en este caso a la reflexión. ¿Quiénes son “ellos”? y ¿por qué lo necesitan a Hugo?. Pero sobre todo: ¿Está Hurley verdaderamente loco o la aparición de Charlie cobra sentido en que aquello quiere que vuelvan? No es menor traer a cuento el argumento que el resucitado lostiano le da al esquizofrénico sobre su extraña aparición: “Estoy muerto, pero también estoy aquí”, silogismos que bien coincidirían con la segunda posibilidad de la última pregunta.
Evidentemente Hurley escapó del mercado al verlo porque se creyó loco, quizás fue con la cachetada que medianamente reaccionó, pero lo cierto es que finalmente lo toma como otro de estos intentos que la Isla realiza contra él.

Sobre el diálogo con Jack no hay mucho que agregar, ya saqué de el lo necesario para la anterior explicación. Pero si quiero abrir el abanico y dejar picando este extraño traspié que sufren al mencionar aquello y si lo iban o no a contar. Quizás tenga relación con la historia que contaron a Oceanic y al resto del mundo, incógnita fehacientemente presente desde el final de la tercer temporada. Un último asunto y termino con esto: a modo quizás de duda personal, ¿qué pasó en el resto de la historia y la permanencia en la Isla tan fuerte que hace que Hurley le llegue a pedir disculpas a Jack por no haber ido con él cuando se dividieron los bandos en el 4×01?.

Quiero salvaguardar la mente de Hurley, quizás no esté del todo loco, sino por el contrario, quizás sea la locura de Hurley la que repare huecos en la historia, la que una cabos sueltos, y la que, al final, cobre su merecido protagonismo.

No hay comentarios.: