10-01-2008

Cinco tipos de vampiros


Como hoy se estrena Cinco Días de Noche, con unos vampiros sanguinarios, violentos y brutales, conviene hacer un repaso de los distintos tipos de chupasangres que han pasado por las pantallas. Porque no todos los vampiros son iguales, no, no, no. Estos bichos también tienen sus tribus urbanas al igual que los pokemones y los hiphoperos. Vamos viendo.

El club de Drácula: Desde que salió la primera película de Drácula, hasta el día de hoy hay personas (y cineastas) que juran que un vampiro está obligado a usar un uniforme consistente en smoking, una medallita y capa, que en el peor de los casos es igual a la capa de Batman. Este es el “protomodelo” que evolucionó en el vampiro fashion que viene a continuación. Ejemplos de este tipo: Drácula de Todd Browning y el jefe vampiro Lothos en la película Buffy la Cazavampiros.

Los vampiros fashion: Para ellos el vampirismo es la mejor bendición que les pudo caer, porque con los colmillos llegaron instantánea y automáticamente rejuvenecimiento de cutis, ojos azules, peinados hechos con Tresemmé y trajes Armani o Versace. Chupan sangre, pero son glamorosos, lindos, finos y… ejem, algo mijitas. Ejemplos de esta raza son todos los vampiros de la escritora Anne Rice (con el ejemplo más patente: la película Entrevista con el Vampiro, donde a la niñita ésa hasta se le hicieron rulitos mientras le salían los colmillos) y los de las películas de Blade.

Los vampiros inofensivos: Son los de las comedias, que supuestamente por ser vampiros son criaturas de temer, pero al final no salvan a nadie y en varios casos son amiguis del protagonista. Ejemplos: los ridículos chupasangres de la película de Buffy, el Drácula de Amor al Primer Mordisco y ese horror llamado El Pequeño Vampiro.

Los vampiros mágicos: A ellos, junto con los colmillos les llegaron poderes mágicos como la metamorfosis, el vuelo, visión nocturna y teleportación, con lo que más parecen personajes de Héroes o Liga de la Justicia que otra cosa. Podríamos decir que son los más cool de todos porque si te aburres de chupar sangre puedes salir a volar por la ciudad sin pagar autopistas o entrar a las fiestas sin pagar. Ejemplos: Drácula de Coppola y Mina Harker en La Liga Extraordinaria.

Los vampiros monstruos: Son el polo opuesto de los vampiros fashion, feos, rudos y espantosos. Estos sí que dan miedo y nadie los quiere cerca. Los describen en Vampiros de John Carpenter: “Primero que todo, no son románticos. No son un montón de maricas en trajes formales arrendados seduciendo a todo el mundo usando acento europeo. Olvide las películas, no se transforman en murciélagos, las cruces no funcionan y el ajo no sirve para nada. Y no duermen en ataúdes forrados de tafetán”. No, estos monstruos no tienen nada de glamorosos y son la peor cara del vampirismo, los que realmente dan terror. Ejemplos clave: los de la ya mencionada Vampiros, los reapers de Blade II y, hasta cierto punto, los de las series de TV Buffy y Angel.

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